Vamos a comentar un poco como fue su vida como gimnasta:
Almudena empezó en este deporte con siete años en la escuela donde estudiaba, más tarde, siguió practicándola en el club Beti Aurrera. Almudena siempre fue una persona que no se valoraba mucho respecto a sus demás compañeras, y que nunca pensó que lograría vivir de este deporte tantos años, por lo que era muy exigente consigo misma, que quizás fue lo que le hizo tener tantas ganas y tanta ilusión por llegar a lo más alto. Tras sus primeros años de niñez en este deporte, en el año 1994, con sólo trece años, debutó en su primera competición internacional, la Gimnasiada celebrada en Chipre, donde consiguió el oro en pelota, el bronce en general y el bronce por equipos. Justo en ese año fue reclamada para entrar en la selección nacional individual. En el 1995, fue por primera vez campeona de España, aunque durante toda su carrera consiguió ese título ocho veces, siendo la que más veces fue campeona de España. Y en el año 1996, en las Olimpiadas de Atlanta, logró clasificarse con dieciséis años, acabando en la novena posición.
En los siguientes años siguió evolucionando como gimnasta participando en campeonatos mundiales, europeos y españoles consiguiendo muy buenos resultados y destacando entre sus compañeras. En sus segundas Olimpiadas, Sydney 2000, se clasificó de nuevo para la final quedando nuevamente de novena. Durante esos años, Almudena sufrió lesiones y se sometió a una operación de menisco, también muchas gimnastas se tuvieron que retirar porque la federación cambió el código de montaje de las competiciones, duplicando el número de dificultades reclamadas, pero Almudena consiguió adaptarse y continuó. Almudena presentó en uno de sus ejercicios un elemento propio y creado por ella, el Cid Tostado, que es el rodamiento de un pie a otro en spagat hiperextendido, consiguiendo un 0,10 en todos sus ejercicios de pelota por originalidad.
Durante esos años, siguió consiguiendo buenas posiciones en campeonatos mundiales, europeos y quedando nuevamente campeona de España. En el campeonato mundial celebrado en Budapest, España sólo consiguió una plaza individual para las Olimpiadas de Atenas en 2004, por lo que la federación española decidió que Jennifer Colino y Almudena Cid tenía que competir para lograr la mejor nota y así poder ir a los juegos olímpicos, sometiéndose a un esfuerzo físico y psíquico descontrolado, con peligro de lesiones con tantas competiciones. Finalmente, fue Almudena quien logró clasificarse y consiguió una octava posición y el diploma olímpico. A partir de sus terceros juegos, Almudena busca el momento de su retirada, y decide que sea en los próximos juegos de 2008.
Durante esos años, sigue teniendo logros y premios, como el oro de los juegos mediterráneos de 2005, el premio a la elegancia, y puestos por debajo del décimo en campeonatos europeos y mundiales como el de Kiev, Bakú, Moscú, Madeira, Pratas, en el que nuevamente consiguió la clasificación para los juegos olímpicos de Pekín 2008. Aunque en 2007 tuvo una lesión en el pie, después de unos meses de descanso haciendo campañas y participando en demás proyectos, volvió a los entrenos para prepararse para los juegos. Allí terminó su carrera con un octavo puesto, despidiendo el tapiz besándolo. Los siguientes años obtuvo muchos premios y homenajes por su extensa carrera deportiva y participó en numerosos programas de televisión, fue nombrada embajadora de la fundación Laureus España y por supuesto, sigue muy metida en el mundo de la rítmica siendo comentarista en mundiales, y demás competiciones.
Un saludo y hasta la próxima!!
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