Las agujetas son el producto de infinidad de micro roturas musculares que se producen cuando entrenamos, estas sueltan ácido láctico que acaba cristalizándose produciendo un efecto doloroso.
El dolor que nos producen las agujetas es a veces tan fuerte que incluso nos impide realizar nuestra vida con normalidad, como subir o bajar escaleras, agacharnos, correr, saltar, y si hablamos de rítmica, prácticamente minimizan todo tu rendimiento en ejercicios corporales.
En contra de los que muchos creen, las agujetas, aunque no lo parezca, se combaten con la actividad física. Es cierto que cuando sufrimos agujetas el músculo no está en condiciones de afrontar una tensión elevada ya que no va a responder adecuadamente. Pero justo en eses momentos es necesario que dotemos a nuestros músculos de nutrientes para poder reponerse del sobreesfuerzo y superar así las agujetas.
Lo más recomendable es que en el siguiente entrenamiento, se haga un ejercicio suave, sencillo y poco agresivo. Correr, hacer bicicleta, o incluso nadar de una manera relajada son ejercicios que ayudan a recuperar nuestros músculos de una forma rápida.
Si por el contrario decidimos ir al gimnasio y someternos a entrenar con peso debemos saber que no hay que someter a los músculos a un desgaste mayor del que ya tienen, pues de esta manera conseguiremos que se fatiguen y no crezcan adecuadamente.
¿Cómo evitar las agujetas?
- Hacer un calentamiento previo antes de iniciar cualquier actividad física, en este caso, los entrenamientos.
- Después de un calentamiento, se pasa a los estiramientos, en los cuales nunca se deben traspasar nuestros límites a gran escala. Siempre se realizarán de forma moderada y controlando nuestro cuerpo. Estira aquellos músculos y tendones que sabes que vas a necesitar y utilizar en los enteros y en la técnica corporal posteriormente.
- La clave es ir poco a poco, aumentando la intensidad a medida que se van tonificando y despertando los músculos.
Y esto es todo por hoy, hasta la próxima!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario